sábado, 4 de septiembre de 2010

LOS VALORES DAMASQUINOS

LA PAZ
La paz, no significa solo la ausencia de conflicto, implica el vivir de tal modo que los conflictos puedan ser superados en el marco de la convivencia fraterna y respetuosa.
La paz es un espacio de encuentro y un tiempo de relaciones humanas gozosas. Ni es solo ausencia de guerra, ni significa ausencia de conflictos. Convivir en tolerancia y armonía puede suponer un conflicto continuo, pero es positivo en el sentido que es una derrota continuada de la violencia. Las relaciones humanas son siempre conflictivas y la superación pacífica y positiva de estas situaciones es precisamente la forma de convivencia armónica de las distintas culturas, pueblos, religiones, sexos, razas y demás diferencias que puedan servir de excusa para la división, el antagonismo, el odio o la incomprensión. (Manuel Méndez y Pilar Llanderas)
Asumir el desafío del dialogo

EL RESPETO

Podriamos pensar que faltar al respeto es simplemente tener malos modales. Claro, hablar con la boca llena, presentarnos sucios a la escuela o el trabajo, o empujar a los otros para pasar son conductas irrespetuosas. Sin embargo, significan poco en comparacion con las verdaderas faltas de respeto: tocar a alguien sin su consentimiento; burlarnos de una religion, de un trabajo o una forma de vida diferente a la nuestra, querer utilizar a los dem·s como medios para nuestros planes, abusar de quienes estan en desventaja (los ancianos, las personas enfermas, los ninos muy pequenos, los animales). Debes evitarlo siempre. A veces la mejor forma es seguir las reglas. Pero pensar siempre “debo hacer esto”, “no debo hacer lo otro” es solo el primer paso. El gran progreso en la busqueda del respeto no esta en la inteligencia, sino en el corazon: el amor a los demas sirve de guia e inspiracion para cuidarlos y honrarlos por formar parte de la vida.

El 
Compañerismo

A un fuerte compañerismo, hay que unir un correcto concepto de la amistad y enseñar a vivirla en toda su grandeza. En su libro “Los cuatro amores”, C.S. Lewis dice que muchas amistades se constituyen en base de excluir a otros.
Es cierto: no se puede ser amigos de todos y a lo largo de la vida siempre se está formando parte de distintos grupos. Pero hay que enseñar que lo importante en la vida no es coleccionar amigos como una mercadería de consumo sino que ser un buen amigo, ser una buen persona.
Y que tener un grupo de buenos amigos no significa que haya que olvidarse o rechazar al resto; por el contrario, es importante inculcar el valor del compañerismo que, según la psicóloga Mónica Larraín, no es otra cosa que enseñar a ser “buenas personas”, a tener la capacidad de escuchar al otro, de perdonar, de tolerar las diferencias, de ceder y de pasarlo bien juntos.







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